Opinión
¡EN CASA DE HERRERO…
CUCHILLO DE PALO!
Por: Diana Lucía Benítez
Y
es que nos encanta criticar al prójimo y no nos miramos a nosotros mismos, ¡qué
cosa esa de estar chismeando en la vida de los demás!, hasta el punto de
volverse un ser egocéntrico y hasta miserable… es increíble pero cierto; gente
que se levanta solo para quejarse del mundo, del sistema y no hacen ni mierda,
tampoco aportan nada positivo y son los reyes de la hipocresía.
Oiga…
miré…vea… que no estoy exagerando… estos seres existen, sí… y están más cerca
de lo que pensamos… se caracterizan por sonreírte muy espontáneamente y cuando
das la vuelta ¡zaz! El comentario mal intencionado y de mala fe. Superficiales,
les encanta robar protagonismo en los diferentes espacios y se presentan como
‘’la esperanza de los perdidos’’, tóxicos de la cabeza a los pies.
No
falta el compinche… aquel remilgado que se las pica de valiente, de sabelotodo,
es un perdedor. Normalmente tienen baja autoestima, ‘’lambón’’ de naturaleza y
por si fuera poco, el gestor de la discordia en cualquier espacio habitable.
Hay
un dicho que dice: ‘Dios los hace y ellos se juntan’… aunque con todo respeto,
el actuar de estos personajes no se parece en nada a la obra del padre. Y aquí en esto no se salva nadie, desde los
altos mandos y cargos, hasta el más simple ser que uno se encuentra en la calle.
Definitivamente,
Dios si tiene un propósito con estos ‘’parásitos’’, y es ver para aprender a no
ser como ellos. Cadenas de oración, ayuda psicológica y hasta dirección
espiritual son algunas alternativas que tienen a la mano para desintoxicar el
alma de tanta basura que van adquiriendo con las malas costumbres y compañías.
Resta
esperar que, se haga la obra del padre en ellos, como un milagro o algo así,
que los mueva interiormente y les haga caer en cuenta que el mundo no gira en
torno a ellos y que los valores no se compran ni se pasan por encima de nadie.
Comentarios