Poesía: Para él...




Regálale tu sonrisa y haz de su día a día algo diferente, préstale tus zapatos y acompáñale en su andar, sorpréndelo con tonterías que lo hagan sonrojar, escúchalo atentamente porque a veces es necesario desahogar, multiplica esos adioses sin intención de colgar, y dale su espacio para que pueda reflexionar.

Corrígele con sutileza y háblale con amor siempre, aunque sea en ocasiones duro en sus respuestas, entiéndete con tu mirada ya que se dice más que las palabras, apóyale en sus momentos difíciles pues realmente lo valorará, preocúpate del cómo se siente y demuéstrale que contigo puede contar.

Cántale en la noche y hazlo con tu voz adormecer hasta soñar, cuéntale de tus alegrías, tus triunfos y agonías pues te sabrá escuchar, reconócele su labor cotidiana y prémialo sin esperar, preocúpate por lo que sueña y ayúdale a construir su caminar, bésalo pero en el alma y hazte siempre recordar.

De vez en cuando hazlo enojar porque es bueno desahogar alma y lanzarlas al mar, mímalo como al niño de tus ojos, que se sienta seguro y que el miedo no le pueda alcanzar, piérdete en sus brazos y siente a su corazón palpar, róbate su loco, coqueto, sexi y provocativo mirar.

Permite que despierte en ti la más grande aventura, donde te erizas al escuchar su voz y te estremeces con su agitación, donde el calor de su cuerpo te trasporte al éxtasis escondido, que pronuncie tu nombre y se pierda en el olvido. Qué te envuelva en sus sueños y se despierte contigo, recostada en su pecho.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

GANANDO INDULGENCIAS CON PADRENUESTROS AJENOS…

¿SE PUEDE VOLVER A CREER EN EL AMOR?