Opinión...¡Cuando la crisis te atropella!


Por Diana Lucía Benítez Ávila

¿Alguna vez en tu existencia, has sobrellevado situaciones que te ponen al punto de la locura, de desconcierto y desilusión? déjame decirte que no eres el único; las crisis en todos los ámbitos son lo que están tan de moda hoy.

Momentos en los que estás a punto de estallar, donde esperas que las personas que dicen amarte te apoyen y por el contrario te dan la espalda, donde la soledad se empieza a volver tu complemento ideal y la lejanía es tu mejor opción. Tratas de buscar salidas pero las puertas se cierran, sintiendo que se te vino el mundo encima… se siente horrible, ¿no?

Entiendes que no todo el que te llama ‘amigo’ lo es, porqué en los espacios buenos siempre quieren estar, pero en estos de oscuridad solo los verdaderos permanecen.

Comprendes que no todo el que te ‘busca’ es para algo bueno, identificas quiénes están por unos intereses y quiénes lo hacen por un buen consejo, valoras a quien tiene la humildad de pedir perdón y alejas a quien con su egoísmo te causa heridas; prefieres disfrutar de la sencillez de un abrazo que el alardear a voz viva de una falsa compañía.

En fin, factores económicos, laborales, académicos o sentimentales son el pan de cada día, no hay momento en el que no dejemos de preocuparnos y angustiarnos sobre dichas situaciones; y nos olvidamos si vale la pena o no, ¿es necesario? ¿esto resolverá nuestras dificultades?

Bueno, esos momentos son unos de los más importantes de tu existencia, ¿sabes por qué?, estás atravesando un aprendizaje de vida donde realmente experimentas el valorar y quererte a ti mismo, con todo lo que hay dentro de tu ser.

Pero, ¿cómo sobrellevarlas y no ‘morir’ en el intento? Bueno, existen infinidad de cosas que están a nuestro alcance para hacerlo, y van desde libros de superación, terapias hasta procesos de duelo y/o perdón; que son importantes y nos alientan hacia un bienestar.

Lo importante de todo esto es no perder la esperanza, así el panorama se vea oscuro y vacío, así pareciera que no tuvieras opciones para continuar. Recuerda que esto es solo un paso; aunque no tuviésemos más oportunidades vive el ahora.

Toma estás circunstancias como tareas cotidianas, pues eres más valioso de lo que crees y más fuerte de lo que esperas, más sabio de lo que te imaginas  y más querido de lo que persiguieras. Ten la tranquilidad en tu alma de dar sin recibir, de entregar sin arrepentimientos, de luchar hasta que te falten las fuerzas y de amar empezando por ti mismo.

¡Empieza ahora!

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